jueves, 24 de septiembre de 2009

Hablaron y se dieron cuenta que ambas estaban dispuestas a dar todas las respuestas necesarias, pero nadie les hacia la pregunta que era merecedora de esa respuesta. Llegaron a la conclusión que también necesitaban hacer preguntas y que fueran contestadas con toda honestidad, total…que podía pasar?
Después pensé que una respuesta fuera de tiempo no cambia las cosas ni para bien ni para mal. Las cosas que realmente nos ayudan a hacer un click son las que se dicen a tiempo, por mas difíciles que sean. Y no vale de nada mentir porque de alguna u otra forma las cosas siempre salen a la luz. Porque saber que te mintieron, ya sea para evitarte dolor o para cubrirse a uno mismo, no se siente bien. Hace que empieces a dudar de todo y a la vez de nada. Te obliga a mirar las cosas dos veces y en parte a desconfiar.
Las cosas están hechas para ser dichas en el momento que son necesarias, requeridas. Tiempo después no valen de nada. Era el momento de sincerarse y ya pasó. Decidió callar o maquillar la realidad para que no fuera tan cruda. Para cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde. Y cuando él se sentó a hablar, ella vio como las palabras caían lentamente sin sentido alguno. Ahí fue cuando entendió que ya estaba todo perdido. Mejor. Más paz.

3 comentarios:

Muy bello este escrito.
Oscar
 
I feel you, sis. More than anyone =)
ya estuve ahí con vos, sigo estando siempre, para aguantar todo eso que a veces nos aprieta la garganta y no nos deja respirar.
 
a veces uno esta tan cegado por su realidad que por máss que haga silencio no escucha lo que le dicen, no quiere hacerlo, sabe que va a doler y pone el piloto automático... a veces es mejor tarde que nunca, mejor dicho, nunca es tarde para la verdad
 

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