Hablaron y se dieron cuenta que ambas estaban dispuestas a dar todas las respuestas necesarias, pero nadie les hacia la pregunta que era merecedora de esa respuesta. Llegaron a la conclusión que también necesitaban hacer preguntas y que fueran contestadas con toda honestidad, total…que podía pasar?
Después pensé que una respuesta fuera de tiempo no cambia las cosas ni para bien ni para mal. Las cosas que realmente nos ayudan a hacer un click son las que se dicen a tiempo, por mas difíciles que sean. Y no vale de nada mentir porque de alguna u otra forma las cosas siempre salen a la luz. Porque saber que te mintieron, ya sea para evitarte dolor o para cubrirse a uno mismo, no se siente bien. Hace que empieces a dudar de todo y a la vez de nada. Te obliga a mirar las cosas dos veces y en parte a desconfiar.
Las cosas están hechas para ser dichas en el momento que son necesarias, requeridas. Tiempo después no valen de nada. Era el momento de sincerarse y ya pasó. Decidió callar o maquillar la realidad para que no fuera tan cruda. Para cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde. Y cuando él se sentó a hablar, ella vio como las palabras caían lentamente sin sentido alguno. Ahí fue cuando entendió que ya estaba todo perdido. Mejor. Más paz.
Después pensé que una respuesta fuera de tiempo no cambia las cosas ni para bien ni para mal. Las cosas que realmente nos ayudan a hacer un click son las que se dicen a tiempo, por mas difíciles que sean. Y no vale de nada mentir porque de alguna u otra forma las cosas siempre salen a la luz. Porque saber que te mintieron, ya sea para evitarte dolor o para cubrirse a uno mismo, no se siente bien. Hace que empieces a dudar de todo y a la vez de nada. Te obliga a mirar las cosas dos veces y en parte a desconfiar.
Las cosas están hechas para ser dichas en el momento que son necesarias, requeridas. Tiempo después no valen de nada. Era el momento de sincerarse y ya pasó. Decidió callar o maquillar la realidad para que no fuera tan cruda. Para cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde. Y cuando él se sentó a hablar, ella vio como las palabras caían lentamente sin sentido alguno. Ahí fue cuando entendió que ya estaba todo perdido. Mejor. Más paz.
3 comentarios:
Oscar
ya estuve ahí con vos, sigo estando siempre, para aguantar todo eso que a veces nos aprieta la garganta y no nos deja respirar.
Publicar un comentario